miércoles, 21 de enero de 2009

el duelo final


Los músculos agarrotados, y sin intención de rendirse en este duelo; el premio: el amor de lo que más queremos; el castigo: la muerte, o la una vida sin honor por la retirada.
Lo único que oído es el silbido de los filos cortando el aire muy cerca de mi cara.
El cansancio poco a poco hace acto de presencia y cada vez es más difícil no cometer horrores ni aprovechar los del enemigo. Me esfuerzo cada vez más para no dejar fisuras por las que se pueda colar nada indeseado, que provocara mi perdición.
El duelo se prolongó quizá demasiado, sobre todo para nosotros, y zas, un punto descubierto en mi defensa y mi enemigo lo aprovechó, me puso en una situación en la cual un movimiento puede definir mi vida o mi muerte. Eché un vistazo rápido a donde se encontraba la dueña de mi corazón, su cara mostraba una gran tristeza y me dio fuerzas para rechazar su espada, que estaba avanzando a
demasiada velocidad , con un rápido movimiento de muñeca, me dio el tiempo justo para levantarme y volver a rechazar su ataque.
El tiempo seguía corriendo a toda velocidad, sin descanso.
No soportaba que esta situación tan lamentable continuara mucho más, así que empecé a ser más ofensivo y dio sus frutos y conseguí ponerle en la misma situación que me puso a mí hacia un momento. Volví a mirar a mi amor pero esta vez su expresión era diferente, era mucho más triste y me di cuenta rápidamente que era lo que pasaba, ella realmente amaba más a él que a mí. ¿Qué haría en ese momento?¿mataría al amor de su vida solo por que yo la amaba?¿sería capaz de renunciar a lo que yo más deseaba?.

Mi cabeza era como un laberinto sin salida, no podía pensar simplemente actuar y creo que elegí bien. Aparté la espada de la garganta de mi oponente y atravesé mi pecho, y todo se turbó en una nube de oscuridad y paz."Lo he hecho bien" es lo ultimo que pensé y algo inundó mi cuerpo.

lunes, 19 de enero de 2009

los sueños nunca son lo que parecen

Sumido en la oscuridad de mis pensamientos me adentro en un sueño.
Todo está tan perfecto que el instante que no es real. En mi vida me había pasado algo así, estábamos ella y yo andando cogidos de la mano, como si nada, como si no hubiéramos tenido ningún conflicto, como si ella nunca me hubiera dicho que no estaba preparada, que era cosa de su educación.
La decisión de que no la presionara era algo muy duro y muy difícil de cumplir, si tenemos en cuenta que a mí nunca se me ha dado muy bien eso de cumplirlas, pero con esta me he hecho prometer que la cumpliría.
Pero en ese fantástico sueño esas reglas no existían, y podía hacer lo que quisiera. Los dos juntos y solos, era algo que ni en mis mejores sueños.
Intente no pensar en que aquello era un sueño y que nunca se acabaría, pero !puff¡ “desperté” sobresaltado. Aun seguíamos en el banco de la plaza.
Mis amigos no se percataron de mi ausencia temporal y era como si no hubiera pasado nada, pero cuando la vi allí, de pie, tan perfecta en su imperfección, no me pude resistir tuve que saltar en pos de sus labios, pero en el ultimo momento recordé aquella norma que limitaba mis movimientos, y me paré en seco dándole un fuerte abrazo.
-¿Qué pasa?- dijeron mis amigos
-Nada- dije mientras retenía las lagrimas detrás de mis ojos.
Poco después ella y yo nos quedamos solos en un parque cercano
-¿Qué te ha pasado?
-Que cada vez lo que siento por ti es más grande y no se cuanto tiempo podré aguantar.
-¡ah! Pero yo…
-No es culpa tuya, quien en su sano juicio querría salir conmigo. La culpa es mía por enamorarme de la mejor, de la que no puedo…-no pude acabar la frase porque me puso los dedos en la boca
-Cuado antes saltaste deseé que me besaras, me habría hecho muy feliz, lo deseaba-hizo una pausa- ya que antes no lo hiciste hazme feliz ahora.
No lo tuvo que repetir, me lancé a sus labios, para mi tan deseados. Y en cuanto ella me devolvió el beso supe que no era otro sueño, sino que se habían hecho realidad.


A todos aquellos que tenéis un sueño que parece imposible, no lo es. Espero que consigáis lo que queráis.

lunes, 5 de enero de 2009

la carta al amor imposible

-Dices que eres mi perdición, mi copa de veneno, lo peor para mi, todo y cuanto no me conviene... Pero si tuvieras la ligera idea de la sensación que tengo cuando te veo, cuando veo tu sonrisa o simplemente te miro directamente a los ojos... es algo inexplicable, faltan palabras para describirlo tal y como es. Me da la suficiente fuerza como para seguir la vida con normalidad, como si no pasara nada. Pero tu sabes que no es asi, sabes que no soy como una esponja lo absorbo todo y normalmente no lo demuestro, pero que más da eso son problemas mios no te tendría que preocupar yo solo quiero lo mejor para ti, y en este momento se que lo mejor para ti es no saber nada de mi y menos mis problemas.
besos de alguien que te qu