En medio de una gran tormenta. La lluvia caía sobre mí, empapándome.
En seguida me pongo a pensar en ti, en si habrás cambiado o si has cambiado de opinión...
Me pregunto que hubiera pasado si no te hubiera dejado escapar y si hubiese hecho las cosas bien...¿Cómo hubiera sido?
Toda mi vida es una incógnita sin respuesta.
Mientras miro el montañoso paisaje, todo bañado por la lluvia, con la luna empezando a salir de entre dos de las montañas bajas del fondo... oigo unas pisadas detrás mía. Me giro rápidamente y veo una silueta, tu silueta; y que al igual que yo lleva una capucha.
Lentamente la oscura silueta descubra su rostro, tu rostro; pero algo cambiado. Unos labios rojos, unos ojos más profundos clavados en los míos...
Poco a poco vas esbozando una sonrisa, hasta que al final dejas a la vista unos colmillos propios de un vampiro.
Me quito la capucha dejando a la vista mi cara y todo mi cuello. Pues no me das miedo.
Te sorprendes ante mi reacción. Se ve entes ojos.
La distancia que nos separa es corta. Tomo aire y cierro los ojos, y en mi cabeza solo dos cosas: “que pase lo que tenga que pasar” y ”tu”.
De repente algo me paraliza todo el cuerpo, es culpa de la proximidad que nos separa. Pero cuando abro los ojos que y te veo besándome y todo eso desaparece.
Rápidamente te abrazo y te beso con más ganas.
Fue un beso interminable, pero lo malo de los besos es que se acaban, al contrario que mi amor por ti.
Abrazados bajo de la lluvia, me miras , sonríes y recuestas tu cabeza sobre mi hombro.
“No te dejare escapar nunca” te susurro al oído, y te aprieto con más intensidad.
En seguida me pongo a pensar en ti, en si habrás cambiado o si has cambiado de opinión...
Me pregunto que hubiera pasado si no te hubiera dejado escapar y si hubiese hecho las cosas bien...¿Cómo hubiera sido?
Toda mi vida es una incógnita sin respuesta.
Mientras miro el montañoso paisaje, todo bañado por la lluvia, con la luna empezando a salir de entre dos de las montañas bajas del fondo... oigo unas pisadas detrás mía. Me giro rápidamente y veo una silueta, tu silueta; y que al igual que yo lleva una capucha.
Lentamente la oscura silueta descubra su rostro, tu rostro; pero algo cambiado. Unos labios rojos, unos ojos más profundos clavados en los míos...
Poco a poco vas esbozando una sonrisa, hasta que al final dejas a la vista unos colmillos propios de un vampiro.
Me quito la capucha dejando a la vista mi cara y todo mi cuello. Pues no me das miedo.
Te sorprendes ante mi reacción. Se ve entes ojos.
La distancia que nos separa es corta. Tomo aire y cierro los ojos, y en mi cabeza solo dos cosas: “que pase lo que tenga que pasar” y ”tu”.
De repente algo me paraliza todo el cuerpo, es culpa de la proximidad que nos separa. Pero cuando abro los ojos que y te veo besándome y todo eso desaparece.
Rápidamente te abrazo y te beso con más ganas.
Fue un beso interminable, pero lo malo de los besos es que se acaban, al contrario que mi amor por ti.
Abrazados bajo de la lluvia, me miras , sonríes y recuestas tu cabeza sobre mi hombro.
“No te dejare escapar nunca” te susurro al oído, y te aprieto con más intensidad.